Este relevante político del siglo XIV donaría posteriormente a la ciudad de Caspe dicho fragmento.
Este convento acogió la reliquia hasta que posteriormente fue trasladada a la Colegiata Santa María la Mayor.
Las primeras obras en la capilla se pusieron en marcha en 1991, pero no ha sido hasta el año 2011 cuando se han podido terminar las tareas de acondicionamiento y que han sido financiadas con fondos del Plan de Dinaminación del Producto Turístico.
La capilla se ha diseñado sencilla y sobria, dando importancia al tesoro que acoge en su interior: La Vera Cruz.
Es por tanto el elemento que aglutina las pasiones y sentimientos de los fieles.