Vedado de Peñaflor

Algunos animales que habitan estos montes son los jabalíes, zorros, liebres, conejos y tejones.

Este conjunto natural proporciona un microclima húmedo y fresco que contrasta con la sequedad de los Monegros.

Además, este tipo de bosques suponen un pulmón verde que ayudan a disipar la contaminación y generar oxígeno.

La especie que más abunda en el Vedado de Peñaflor es el pino carrasco, que es típico de la región mediterránea y resiste muy bien tanto las sequías prolongadas como las altas temperaturas, junto con la sabina albar o la carrasca.

A este bosque lo acompaña un rico sotobosque con especies como las efedras, espinos negros, olivillas, lentisco, gayuba, sabina negral y otras muchas.

Por otro lado, en referencia a las plantas semirparásitas, el muérdago se puede encontrar entre las ramas de los pinos.

Además, en determinados enclaves la humedad y la salinidad permiten que existan zonas con tamarizales y carrizales, que aumentan aún más si cabe su biodiversidad, albergando una gran variedad de fauna.

Para esta actuación se ha involucrado a centros educativos de la ciudad y alrededores, permitiendo que el alumnado plante los árboles.

Mapa del distrito de Peñaflor donde se ven las manchas verdes que conforman el Vedado de Peñaflor.
Vista del Vedado de Peñaflor donde se intercalan campos de cultivo y matorral.
Buitres alimentándose en el Vedado de Peñaflor. [ 4 ]