La vaspina actúa sensibilizando la insulina, es decir, reduce la resistencia de las células a dicha hormona.
El gen que codifica para la síntesis de la vaspina se encuentra en el brazo largo del cromosoma número 14, concretamente en la banda q32.13.
En cuanto a su estructura, suele caracterizarse por un dominio central compuesto por nueve hélices alfa y tres láminas beta.
Si se inhibe la activación de esta vía, la glucosa no podrá entrar a las células.
[7][8] La expresión del gen de la vaspina podría ser un mecanismo contra la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes mellitus tipo 2 (DMT2).
Se ha demostrado con un modelo animal con diabetes tipo 2 que la vaspina tiene efectos sensibilizadores a la insulina.
[9] El rol de dicha proteína en algunas enfermedades como la obesidad o el SME, aún no se conoce del todo.
La vaspina se ha localizado en el tejido adiposo subcutáneo (TAS) y en el TAV de personas con obesidad tipo 2.
En muchos datos bibliográficos se afirma la correlación entre los niveles de serpina A12 en el sérum fisiológico con los parámetros del síndrome metabólico (SMet).
Como resultado, hay cierta evidencia con que las personas obesas o con DMT2 tienen los niveles de vaspina más elevados.
Otro estudio demuestra que dichos niveles se reducen siguiendo una dieta sana, baja en carbohidratos o lípidos, combinada con ejercicio, durante dos años.
La vaspina podría ser un marcador de riesgo cardiovascular,[10][11] o como afirman algunos estudios, un protector contra la arteriosclerosis, entre otros problemas cardiovasculares.