Se calcula la dotación del Vasa en ciento treinta marineros y trescientos soldados.
[cita requerida] Las intenciones del rey sueco exigían un control férreo sobre el mar Báltico.
Los carpinteros trabajaron a tiempo completo en Sörmland con plantillas para los distintos detalles y escogiendo los árboles.
Los árboles se cortaron y trasladaron a Skeppsgården (hoy Blasieholmen), entonces compuesto por dos islas.
Entre 1621 y 1625, la construcción en el astillero de Estocolmo estuvo a cargo de Antonius Monier; el holandés Henrik Hybertsson (alternativamente Henrijk Hybertson o Hendrijk Hybertszoon) fue contratado como constructor naval.
Los compases utilizados en la construcción del Vasa eran apropiados para un puente de cañones, pero el rey había ordenado un segundo puente, lo cual habría dado lugar a una temible máquina de guerra si todo hubiera funcionado.
Varias fuentes indican que la nave se balanceó anormalmente desde el inicio a pesar del suave viento.
Estas hermosas tallas de la popa del barco, están divididas en cinco registros o partes.
El tercer registro muestra figuras vestidas de cintura para abajo, con tocados parecidos a turbantes.
Tras una gran operación de rescate, en 1961 (tardaron seis años en sacarlo a flote) se trasladó al nuevo museo Vasa para que fuese tratado debidamente.
Se trató durante años con líquidos especiales, hasta que quedó perfectamente protegido, y reconstruido como barco museo.