Valente Arellano

Ha quedado instituido en su ciudad natal el trofeo Valente Arellano para el mejor novillero del año.Se escuchaban los quejidos del infortunado, quien vestía playera deportiva, tenis y pantalón de mezclilla.No alcanzó el tiempo para conseguir el pináculo en la profesión y cumplir con el deseo que fue obsesión permanente en su interior: ser figura del toreo, el mejor de todos, lo manifestaba sin ambages.Su padre, quien por su actividad de enología, entabló amistad con don Fermín Espinosa "Armillita Chico", por ser el maestro vinicultor, dio pábulo a que el chamaco se empapara en el medio taurino.Por tanto, muy niño, un crío como se dice en el medio, debutó Valente en la plaza de Ciudad Lerdo, en la misma comarca lagunera.Penetró en el ánimo de la gente y el chaval daba otro cariz a la fiesta.Valente debutó en el gran embudo capitalino, el 26 de septiembre, alternando con Eduardo Flores y Manolo Rodríguez.Repitió con interés, lo que se reflejó en la asistencia, el 24 de octubre, con Manolo Mejía y Luis Fernando Sánchez.Le correspondió un astado con mucha cara y pitones de nombre Fandango.El 7 de noviembre, alternando con Mejía y Belmont, se formó la que no estaba escrita.Los tres cortaron orejas, Valente, el rabo al novillo Pelotero, de Felipe González.Coincidencia: existe otro Pelotero, de San Martín, al que inmortalizó en el mismo escenario José Antonio Ramírez El Capitán .Para cerrar el año, el 28 de noviembre, se repitió el cartel con Mejía y Belmont.De inmediato, en un avión del rejoneador Jorge Hernández Andrés, se le trasladó a El Paso, Texas.
Cartel anunciando la corrida en que participaron Valente Arellano, Manolito Mejía y Ernesto Belmont, Plaza de Toros Silverio Pérez , Texcoco , México, 10 de junio de 1984.