[2] Se ha observado que algunos bovinos tienen un modo de andar anormal, cambios en el comportamiento, temblores e hiperactividad ante ciertos estímulos.
[3] La ataxia de la extremidad trasera afecta la marcha del animal y ocurre cuando se pierde el control muscular.
En la actualidad, prácticamente no se conoce ninguna forma de detectar PrPSc de manera confiable excepto mediante el examen del tejido cerebral post mortem usando métodos neuropatológicos e inmunohistoquímicos.
El método combina la amplificación con una nueva tecnología llamada inmunoensayo de fibra óptica envolvente y algunos anticuerpos específicos contra PrPSc.
[6][7][1] Es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central de los bovinos, que se caracteriza por la aparición de síntomas nerviosos en los animales adultos que, progresivamente, finaliza con la muerte del animal.
La enfermedad está causada por una proteína que ha modificado su estructura tridimensional (en Bioquímica, se denominan estructuras secundaria y terciarias de las proteínas), debido a un proceso denominado cambio conformacional, y que las convierte en un agente patológico.
Esta, al entrar en contacto con la proteína normal (c) del organismo le induce un cambio conformacional y provoca el paso a la Sc.
Un análisis microscópico revela lesiones como vacuolas que dan al tejido nervioso un aspecto de esponja.
El único método disponible para detectar la infección en fase terminal es la inoculación parenteral de tejido encefálico en ratones.
La acumulación de PrPSc también se encontró en células dendríticas foliculares aunque en menor grado.
[13] Seis meses después de la inoculación, no se observó infectividad en ningún tejido, salvo en el íleon.
[14] La encefalopatía espongiforme bovina llegó a España en el año 2000 cuando se detectó en una vaca.
En 2003 se confirma un caso en Canarias, que afecta las demás comunidades autónomas.
En 2007 el Ministerio Agricultura y Ganadería reporta en España un total 713 casos de "vacas locas" desde que se tuvo constancia del primero.
[15] Hasta 2007, inclusive, se declararon 336.799 reses enfermas de EEB en la Unión Europea y 516 más en el resto del mundo,[16] la inmensa mayoría en el Reino Unido: el 98,38%.