Tras pasar años como infiltrado con los anarquistas en Oviedo, regresa a Madrid para trabajar en la Brigada Metropolitana.
El inspector Ros y sus compañeros tendrán que enfrentarse a toda serie de dificultades.
Entre tanto, también se muestra la vida íntima del protagonista: su relación con la prostituta Lola la Valenciana, su amor por Clara Alvear o su amistad con Luis, quien le acompañaba en sus hurtos en su etapa de delincuente.
Clara Alvear es una mujer moderna, culta y reivindicativa, lo cual resulta extraño en la España de finales del siglo XIX.
El comisario Buendía es un hombre autoritario y de fuerte carácter, aunque siempre deja entrever un trasfondo afable e inteligente.
El agente Crespo es un joven policía que se caracteriza por su honradez y su fuerza física.
Es muy servicial con su jefe y realiza los trabajos de investigación que ayudan a resolver los casos.
La historia arranca en Madrid, en 1898, casi cinco años después del final de la primera temporada.
El proyecto, desarrollado por RTVE.es dentro de su estrategia 360,[7] se sustenta sobre tres pilares: La serie tuvo una recepción dispar.
También critica los efectos especiales de croma, el cual "se vende como si tuviera unos resultados impecables.