Via del Corso
[3] En 1467 el papa Paulo II ordenó rectificar el trazado de la calle reconduciéndolo sustancialmente al antiguo; además, trasladó aquí las carreras del carnaval, muy seguidas por los romanos, que se habían realizado hasta entonces en el Monte Testaccio.[5] La iglesia nacional de San Carlo al Corso, más adelante, tiene una gran cúpula realizada por Pietro da Cortona.Poco después se encuentra el Palazzo Rondinini, sede del club de caballeros Nuovo circolo degli scacchi.[5] Al final de la Via del Corso se encuentran las dos iglesias de Santa Maria in Montesanto y Santa Maria dei Miracoli, que dan hacia la Piazza del Popolo, en cuyo centro está colocado el obelisco Flaminio.La Porta del Popolo, situada en el otro extremo de la plaza, constituye históricamente el acceso septentrional a la ciudad; en ella empieza la Via Flaminia.