Se trata de un barrio histórico que ya figuraba en mapas del siglo XV.
Urioste cuenta con una iglesia construida en los años 50 y con una ermita dedicada a San Bernabé mucho más antigua.
Junto a la actual ermita un panel informativo recuerda brevemente la historia de esta zona.
Es considerado como primer bacteriólogo de América del Sur debido a sus investigaciones con plantas, insectos y otros animales.
En 1913, año siguiente a su muerte, recibió un homenaje en Urioste al que asistieron personas relevantes de la farmacia y la medicina del entorno.