Sin embargo, perdió su carácter nacional al convertirla prácticamente en una institución privada, ya que no recibiría recursos públicos para su funcionamiento, salvo un único subsidio para arrancar labores, debiéndose mantener posteriormente de los ingresos que la misma se generase.
[3] Posteriormente, ya durante la presidencia de Manuel Ávila Camacho la relación con la Universidad mejora y se expide una nueva ley orgánica que le conserva la autonomía y a la vez le devuelve su carácter de nacional.
[2] La Universidad de México, fundada en 1553, ha tenido diferentes nombres a lo largo del tiempo.
Más tarde recibió la bendición papal llamándose además de "Real", "Pontificia".
Primero como la Universidad Pontificia Mexicana que cerró sus puertas durante la Guerra Cristera.