Unidad Alavesa
Unidad Alavesa (UA) fue un partido político implantado en la provincia de Álava en el País Vasco (España) entre 1989 y 2005.Defendía que Álava debía conformar una comunidad foral separada del País Vasco, con un estatuto propio similar al de Navarra.Cuando en 1989 se produce la refundación de la Coalición Popular en Partido Popular, el partido trata de moderar sus postulados políticos para hacerlos más centristas,[cita requerida] y entre las medidas que toma se encuentra la aceptación del statu quo autonómico existente en ese momento, incluyendo la pertenencia de Álava al País Vasco.Con el paso del tiempo UA aceptó tácitamente la pertenencia de Álava al País Vasco sin renunciar por ello a sus objetivos, pues amenazó con apoyar una secesión alavesa en caso de que fuera aprobado el denominado Plan Ibarretxe.La crítica al nacionalismo vasco era una de sus señas características: mostró su acuerdo en todo momento con la política antiterrorista del gobierno de José María Aznar, apoyando el Pacto Antiterrorista que suscribieron PP y PSOE; así como a organizaciones cívicas como ¡Basta Ya!El principal dirigente de Unidad Alavesa fue Pablo Mosquera, un médico nacido en Lugo y asentado en Vitoria.Las razones del ascenso de UA hay que buscarlas en que supieron dar salida a un sector de la población alavesa hostil al nacionalismo vasco que ante la falta de alternativas claras al mismo (los socialistas gobernaban en coalición con el PNV y el PP era todavía un partido minoritario) vieron en UA una salida clara a sus inquietudes.Aunque Enriqueta Benito revalidó su acta de diputada, las elecciones fueron un relativo fracaso para PP-UA ya que no consiguieron arrebatar el Gobierno Vasco al PNV.En septiembre de 2002, el histórico líder del partido, Pablo Mosquera abandonó la política y regresó a su Galicia natal para dirigir un hospital.Fruto de esta nueva estrategia, UA apoyó con su voto los presupuestos del gobierno vasco del 2005 con un pacto contra-natura que le unió al PNV, pero que se concretó en una partida presupuestaria extra para Álava.[2] Este apoyo, que fue fundamental en la aprobación del presupuesto, volvió a centrar la atención sobre el partido foralista de cara a las elecciones autonómicas de 2005, que se presentaban como la última oportunidad del partido por su supervivencia.[3] Tras la disolución, tres afiliados denunciaron a la expresidenta, Enriqueta Benito, que fue imputada por un presunto delito de apropiación indebida.[4] La denuncia se basaba en que la presidenta supuestamente habría vendido la sede de 200 metros cuadrados del partido en la capital alavesa por 360.000 euros cuando su valor de mercado sería el doble y también porque supuestamente habría manipulado la contabilidad interna del partido desviando sus activos.