Sin embargo, sus líderes Antanas Smetona y Augustinas Voldemaras eran populares e influyentes figuras públicas.
En diciembre de 1926, un golpe militar depuso al gobierno democráticamente electo e invitó a Smetona y Voldemaras a ser los nuevos presidente y primer ministro del país.
Sin embargo, la relación entre los dos partidos pronto se hizo tensa, ya que los democristianos consideraban el golpe de Estado como una medida temporal y querían celebrar nuevas elecciones al Seimas.
En abril de 1927, Smetona disolvió el Seimas, y en mayo los Demócratas Cristianos renunciaron al gobierno.
Después que el partido fuera retablecido en 1990, desempeñó un papel menor en la vida política lituana.