Golpe de Estado en Lituania de 1926

El golpe de Estado llevó al poder a la Unión Nacional Lituana, el entonces partido más conservador.

Tras la entrega militar del poder al gobierno civil, el primero dejó de desempeñar un papel directo en la vida política.

El recién formado ejército tuvo que luchar contra los bolcheviques, los bermontianos y los polacos.

La segunda ciudad lituana más grande, Kaunas, fue por ello designada la capital provisional del Estado.

Renunció a su cargo en 1920, aunque continuó escribiendo y publicando críticas políticas, motivo por el cual fue también encarcelado por una corta etapa.

Por primera vez desde 1920, los Demócratas Cristianos Lituanos, apoyados firmemente por la Iglesia católica y su clero, no obtuvieron la mayoría.

[10]​ Las estrategias del partido para hacer frente a la crisis económica se percibieron como ineficaces.

[12]​ La decisión implicaba que el Papa había reconocido las reclamaciones polacas sobre Vilna, y constituyó una pérdida de prestigio para los democristianos.

[13]​ La Unión Popular Campesina y los socialdemócratas formaron una coalición de izquierda en oposición a los democristianos.

[14]​ De acuerdo con el historiador Anatol Lieven, Smetona y Voldemaras se veían a sí mismos como héroes desposeídos del movimiento independentista, y se desesperaban por volver al poder a través de los medios democráticos.

Sin embargo, estos votaron en contra del tratado, mientras que Antanas Smetona lo apoyaba firmemente.

Al mismo tiempo, el gobierno polaco cerraba escuelas lituanas en la disputada región de Vilna.

[11]​ Sin embargo, esa afirmación es discutible, ya que los militares no tomaron ninguna medida hasta otoño de 1926.

Un mes después, se formó otro grupo, el llamado Cuartel General Revolucionario –en lituano revoliucinis generalinis štabas–.

Aún no habían sido aprobadas las reducciones de gastos militares y eclesiásticos.

Durante la noche, las fuerzas militares ocuparon las oficinas centrales del ejército y el gobierno, arrestando a los funcionarios.

[11]​ Más tarde en ese día, Plechavičius pidió a Smetona que se convirtiese en el nuevo presidente y normalizase la situación.

[14]​ En consonancia con esta estrategia, permitieron a los miembros de la Unión Nacional asumir los puestos más destacados.

Stulginskis fue el jefe oficial del Estado unas horas antes de que Smetona fuera elegido presidente –38 diputados votaron a favor, 2 en contra y 2 se abstuvieron–.

[14]​ El Seimas también aprobó un voto de confianza para el nuevo gabinete formado por Voldemaras, olvidando las formalidades constitucionales.

[16]​ No se han encontrado pruebas concretas de que los comunistas planearan realmente un golpe.

[14]​ Las potencias occidentales no estaban contentas con el Tercer Seimas desde que este ratificó el pacto de no agresión con la Unión Soviética en septiembre, y buscaban un gobierno que cambiase las prioridades en política exterior de Lituania.

[17]​ En abril, los periódicos de los Demócratas Cristianos, que habían hecho el llamamiento a nuevas elecciones, fueron censurados.

[22]​ Como resultado de ello, la Unión Nacional tomó la delantera en su disputa con un rival mucho más grande e influyente y asumió el control absoluto del Estado.

La Enciclopedia Británica, por su parte, describe el régimen como autoritario y nacionalista en lugar de fascista.

Smetona y su partido fueron los principales beneficiarios del golpe.
Grinius, derrocado en su 60.º cumpleaños.
Un panfleto distribuido en Kaunas tras el golpe de Estado, declarando la ley marcial y ordenando a la población continuar con sus tareas diarias. Fue firmado por el Gobierno Temporal de Guerra.