[ contradictorio ] El perionix es el borde saliente del eponiquio que cubre la tira proximal de la lúnula.
[9] La pared ungueal (vallum unguis) es el pliegue cutáneo que se superpone a los lados y al extremo proximal de la uña.
El margen lateral (margo lateralis) se encuentra debajo de la pared ungueal a los lados de la uña, y el surco o pliegue ungueal (sulcus matricis unguis) son las hendiduras cutáneas en las que se incrustan los márgenes laterales.
Finalmente, la uña funciona como una herramienta que permite el llamado "agarre de precisión extendido" (p.
Así, en el ser humano, la uña del dedo índice crece más rápido que la del meñique; y las uñas de los dedos crecen hasta cuatro veces más rápido que las de los pies.
En muchos instrumentos de cuerda pulsada se usan estos anejos, siendo notable la diferencia del sonido con respecto a la púa.
Las uñas también sirven como elemento decorativo, cubriéndose la superficie con esmaltes sintéticos y pequeños fragmentos artificiales.
Esta permeabilidad tiene implicaciones para la penetración de sustancias nocivas y medicinales; en particular, los cosméticos aplicados a las uñas pueden suponer un riesgo.
La manicura y la pedicura son tratamientos cosméticos que tienen el propósito de darle un «buen aspecto» a las uñas.
Alteraciones periunqueales La mayoría de las afecciones ungueales de las manos se pueden dar también en los pies, pero además, por sus características especiales y por la agresión del calzado, existen otras alteraciones que se dan exclusivamente en las uñas de los pies: A la acción de comerse o morderse las uñas se le llama onicofagia, es un trastorno psicológico y no es totalmente sano, pues estos anejos cutáneos contienen bacterias que al entrar en contacto con la boca pueden producir enfermedades como la sepsis, que es una respuesta inmune y dañina del organismo ante una invasión bacteriana.
Tal defensa provoca inflamación interna y produce daños en los órganos, lo que puede conducir a la muerte.
El hueso subyacente es un molde virtual de la estructura córnea suprayacente y, por lo tanto, tiene la misma forma que la garra o la uña.
Los extremos de las uñas generalmente consisten solo en la capa endurecida «superficial» y no son puntiagudas como garras.
[19] Con solo unas pocas excepciones, los primates conservan manos plesiomorfas (originales, «primitivas») con cinco dígitos, cada uno equipado con un clavo o una garra.