Un hombre muerto a puntapiés es un cuento policíaco del escritor ecuatoriano Pablo Palacio,[1] publicado el 26 de abril de 1926 en la revista Hélice y un año después en la colección de cuentos del mismo nombre.
[7][8][4] La obra ha sido adaptada a la televisión, el teatro y el cómic.
[9][10][6][11] Según el escritor y crítico literario Galo René Pérez, Un hombre muerto a puntapiés es una de las narraciones maestras de la literatura ecuatoriana.
[12] El narrador de la historia se entera por medio de la prensa local del asesinato de un hombre llamado Octavio Ramírez al que se catalogaba como "vicioso".
[13] El narrador comienza a inferir las razones detrás del crimen y llega a la conclusión de que Ramírez fue asesinado por el padre de un adolescente al que intentó seducir.