Destaca principalmente por las notables ruinas de una ciudad bizantina (posteriormente islámica temprana) cuyos restos aún emergen visiblemente del suelo, así como por una villa romana situada al suroeste de los restos bizantinos.
[1] Posteriormente se erigió en el lugar un puesto militar durante las fases finales del Bajo Imperio, para proteger la frontera oriental.
Una próspera comunidad rural se desarrolló en torno a este puesto, alcanzando su apogeo ya en época bizantina, hacia el siglo VI.
Las posteriores epidemias y los conflictos bélicos acaecidos en la zona (las Guerras Romano-Sasánidas y la expansión musulmana) debilitaron a la comunidad, hasta que el terremoto del 748 dañó tan severamente la ciudad que nunca pudo recuperarse del mismo.
El poblado actual fue establecido hacia 1950, y se construyó alrededor de los restos bizantinos.