Realizó estudios en la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro (1954-1958), aunque no los llegó a concluir.
Compartió con estudiantes que luego serían figuras indiscutibles de la plástica cubana, como Antonia Eiriz, José Ángel Acosta León y Miguel Collazo.
En 1959 expuso sus primeras obras en Cuba (Salón Nacional) y en México (Centro de Arte Contemporáneo).
En septiembre esa muestra es llevada a Praga, donde se exhibió en la Casa de la Cultura Cubana.
[2] Asimismo en los años siguientes, obras suyas formaron parte de exposiciones colectivas que se presentaron en Hungría, Bulgaria, Rumanía, la Unión Soviética, Polonia, Inglaterra, Canadá, Italia, Japón y Suecia.
El jurado lo integraban Manuel Moreno Galván (España), Antonio Seguí, (Argentina), Raquel Tibol (México) y Tomás Oliva (Cuba).
Con eso su trayectoria recibió el reconocimiento que usualmente se da a los maestros y los consagrados.
Buena parte de esa actividad estuvo vinculada a Término Editorial, cuyos libros diseñó y emplanó.
En esas piezas mantiene el expresionismo figurativo de su anterior obra plástica, ahora con un carácter más onírico y surrealista.