Junto a Lérida constituía el núcleo urbano musulmán más importante de Cataluña.
En la actualidad la localidad cuenta con distintos vestigios de la época.
Los baños viejos fueron redescubiertos en 2005 en el barrio de San Jaime a los pies del castillo de la Zuda (antigua alcazaba) mientras que los baños nuevos, que ya eran conocidos, han sido parcialmente transformados en una cafetería y en un establecimiento comercial.
Finalmente el Parador de Turismo-Castillo de la Zuda conserva una inscripción árabe, un epitafio del s. X con referencias a un gobernador descubierto en 1972 (55 x 29,6 x 5 cm), procedente del cementerio islámico que se encuentra en el propio castillo, junto a la torre del homenaje.
En 1951 el canónigo Luis Arasa, allegado a la familia del arquitecto, vendió el molde al Ayuntamiento de Barcelona.