[1][2] El turismo cultural engloba los viajes que se realizan para conocer los aspectos cultuales, desde históricos a artísticos, de distintos destinos, culturas y personas.
[3] Desde una perspectiva más amplia, aboga por la preservación de las costumbres, narrativas, representaciones e instituciones de las comunidades locales, a la vez que promueve el interés por el otro.
[5][6] La importancia del turismo cultural esta específicamente en los beneficios que otorga a los siguientes aspectos: El turismo cultural engloba una vasta gama de modalidades y actividades turísticas, que habitualmente se combinan ya que muchas de ellas están interrelacionadas: En los últimos años, algunos autores han enfatizado en la naturaleza negativa del turismo cultural el cual lejos de emancipar a la comunidad que pretende proteger, la subyuga a la inversión local creando de esa manera una dependencia económica.
[11] Asimismo, el turismo cultural encierra potenciales etiquetas y estereotipos provenientes del proceso colonial europeo.
[12] Existe evidencia suficiente que prueba que los proyectos étnicos y culturales en ciertos contextos de inestabilidad política promueve un estado constante de conflicto.