En 1965, Simeti formó parte de la joven generación de artistas italianos reunidos en la muestra Zero Avantgarde organizada en el atelier de Lucio Fontana en Milán junto a Heinz Mack y Otto Piene y muchos otros pioneros del arte de Europa, América y Japón.
Este fue un punto de inflexión en la carrera de Simeti, quien luego comenzó a realizar exposiciones individuales, con un público particular en Alemania y Suiza, y luego en Brasil, donde vivió durante algún tiempo.
El monocromo y la modificación de la superficie plana del lienzo son su firma distintiva.
Impulsado, como los otros miembros contemporáneos del grupo Zero, por una voluntad de cero tradición, Simeti utilizó la elipse como la forma geométrica principal alrededor de la cual se construye su investigación visual.
Logró mantener una profunda coherencia y su producción destaca por el uso de lienzos, cuyas superficies se modelan, alterando su tensión clásica.