KV11

Ramsés III salvó en varias ocasiones a su país de la crisis, batallando contra los invasores Pueblos del Mar y realizando necesarias reformas administrativas, pero su reinado acabó de forma terrible.

Así, y para evitar otros posibles destrozos, no es de extrañar que el resto del pasillo tenga una pendiente ligeramente ascendente pese a ser algo realmente infrecuente en una tumba egipcia del Imperio Nuevo.

Así, tras la entrada (A), los tres primeros corredores (B, C y el accidentado D1), encontramos el corredor definitivo (D2) y la cámara ritual del pozo (E), que lleva a la sala de pilares (F).

Tras ella, era costumbre excavar dos pasillos descendentes y una antecámara, pero se optó esta vez por un solo corredor (G) y dos antecámaras (H e I) antes de llegar a la gran sala sepulcral (J).

El lugar posee muchas cámaras anexas a diferentes estancias que aumentan la belleza y la pujanza del sepulcro.

La última gran actividad de desescombro fue realizada por el Service des Antiquités a finales del siglo XIX, tras lo cual la tumba fue adecentada al público.

Como se mencionó más arriba, aunque la tumba fue comenzada por Sethnajt, éste al final optaría por ser enterrado en KV14, y el proyecto no volvería a ser retomado hasta que asumió el trono Ramsés III, su hijo y sucesor, que sí fue enterrado en KV11.

Es por ello que durante muchas décadas no se pudo advertir ningún signo que certificase si el monarca fue asesinado a raíz de la conspiración del harén real o si murió por otra causa.

Los análisis descubrieron que el rey falleció degollado en torno a los sesenta años, mientras se encontraba sentado su cuello fue profundamente segado desde atrás.

Esquema de la KV11.
Pinturas de KV11.
Enemigos atados a un pilar con cabeza de chacal.
El "arpista ciego". KV11. Champollion : Monuments de l'Egypte et de la Nubie
Decoración de sillas y escabeles .