Las mismas se realizan para lograr un objetivo predeterminado, pueden ser controladas, o no, puede ser a cielo abierto, en galerías, túneles o debajo del agua.
Inicialmente, se empleó la pólvora negra como material explosivo para voladuras, posteriormente, a medida que se desarrollaba la industria química se empleó la nitroglicerina y el TNT (Trinitrotolueno), actualmente se emplean como explosivos comerciales los hidrogeles, gomas, anfo, y otros tipos de explosivos químicos.
Para la realización de la voladura, primero se debe realizar una perforación con un taladro, martillo mecánico o perforadora, puede ser eléctrico, neumático o hidráulico, la herramienta que se utiliza se denomina barreno (hay de muchos tipos, utilizan metales especiales para evitar el desgaste prematuro), una vez logrado el agujero se introduce el explosivo a utilizar en las cantidades que requiera la acción, el explosivo debe contar con un iniciador (se denominan detonadores o fulminantes), pueden ser eléctricos o no, lo que se denomina mecha o cordón detonante, todo ello se tapa mediante un tapón de arena o gravilla denominado retacado o taco, que se introduce en el agujero de la perforación y se le aplica presión mediante una herramienta especial para sellar perfectamente el orificio (sin este procedimiento la explosión no tendría efecto sobre la roca o suelo, ya que saldría disparada por el tubo perforado, como si fuera el cañón de un arma).
Las voladuras de túneles y galerías se realizan con la técnica minera que se haya planificado, variando la orientación y disposición de los barrenos, de acuerdo a la orientación y dimensión que se quiera lograr.
Para realizar una voladura se deben extremar las medidas de seguridad en el personal involucrado, las mismas comienzan en el momento que se inician los trabajos de perforación, el obrero debe contar con el equipo de trabajo adecuado para dicha tarea, la ropa debe ser impermeable, debe tener casco, protector auditivo y máscara anti polvo.