También fue una de las primeras mujeres en España en votar en unas elecciones, derecho que le otorgaba su puesto en el claustro universitario.
[5] Arroyo luego asistió a la Universidad de Valladolid para obtener la licenciatura en medicina.
[2] Obtener la admisión a la universidad fue difícil para Arroyo,[3] ya que había establecido una regla contra las mujeres estudiantes en 1882.
[6] Su padre tuvo que presentar una queja ante el director de instrucción pública,[4] y ella se vio obligada a realizar un examen único para demostrar su capacidad.
[6] Su hermano Benito, que había presentado a Arroyo y Márquez, murió poco después, en 1903.
[7] Entre los que Arroyo trató estaba el novelista Benito Pérez Galdós, y a ella se le atribuye haberlo salvado de la ceguera.
Fue la primera mujer en dar clases en la Universidad de Madrid, donde trabajó como profesora ayudante.
[7] Regresó a España una sola vez, visitando en 1955 para establecer becas;[2][7] ella y su esposo habían decidido dejar su patrimonio a estudiantes de España, ya que no tenían hijos propios.
[2] Su esposo murió tres años después y fueron enterrados uno al lado del otro en la Ciudad de México.
Emitió su voto en 1916, diecisiete años antes de que se consiguiera el sufragio femenino en España.