Cuando está todo listo, se inicia con el izamiento de la bandera chilena en el centro, cantando el himno nacional.
Giran por un lapso de 7 a 9 vueltas en la era en un sentido y luego el yegüerizo da una señal para que paren de correr, en ese instante el yegüerizo guía a las yeguas y las hace girar para que corran en el sentido contrario, entrega las yeguas a los corredores nuevamente y esto se repite por cuatro veces.
Pasado algún tiempo una nueva collera entra a la era con las yeguas y se repite la trilla.
Consistía en que unas yeguas pisoteaban las gavillas del trigo y eran arreadas por jinetes, quienes las hacían correr en círculo.
En las zonas pobres, al no disponer de suficientes yeguas, cada propietario las conseguía en una minga o mingaco y el beneficiado debía retribuir financiando la fiesta.
Todas estas tareas las realiza simultáneamente la trilladora, que en Argentina comenzó a importarse en la década de 1870.
En otros países o lugares donde no se disponía de muchos caballos, los animales se arreaban a pie o mediante un hombre parado en el centro de la era que los manejaba mediante riendas.