[1][2][3][4] En 1981, en un balneario de Quiberon, la célebre actriz Romy Schneider se somete a una cura.
Ignorando el estricto régimen, vive en gran medida de tabaco, alcohol y tranquilizantes.
Le acompaña un periodista, Michael Jürgs, al que Romy ha accedido a concederle una entrevista en profundidad para la revista alemana Stern.
[5] El periodista no intenta ganarse su confianza, sino que investiga de manera clínica con preguntas continuamente penetrantes.
Prácticamente no hace cambios, aceptando que Michael había capturado una imagen real de ella.