Su gestión es realizada por Grupo EFE y la Asociación Chilena de Conservación del Patrimonio Ferroviario (ACCPF).
A lo largo del recorrido se contemplan paisajes del campo chileno que solamente pueden apreciarse desde el ferrocarril, en los que se atraviesan valles y cerros para llegar finalmente al mar; acompañado de música chilena, acceso al coche comedor y atención a bordo, como los viajes que se efectuaban entre los años cincuenta y ochenta, del siglo XX.
En el año 1890, durante el gobierno del presidente Balmaceda, se inició un ambicioso plan de obras públicas.
En 1912 el tren llegó hasta San Antonio, gracias a importantes inversiones posibilitadas por el auge salitrero.
Posteriormente, en 1921, el ferrocarril se prolongó hasta la ciudad balneario de Cartagena, popularizándose ese destino para excursionistas y veraneantes.