Los materiales más empleados para su conformación mediante trefilado son el acero, el cobre, el aluminio y los latones, aunque puede aplicarse a cualquier metal o aleación dúctil.A las barras de hasta 15 mm de diámetro o mayores se les suele dar una ligera pasada para mejorar el acabado superficial y las tolerancias dimensionales, reduciendo su diámetro hasta 1,5 mm.Las ventajas que aporta el trefilado propias del conformado en frío son las siguientes: buena calidad superficial, precisión dimensional, aumento de resistencia y dureza y, por supuesto, la posibilidad de producir secciones muy finas.Este sufre un tratamiento térmico de austempering o patentado durante el cual, la austenita se transforma en perlita fina.La estructura perlítica da al material una ductilidad suficiente para facilitar su deformación en frío durante el proceso de trefilado.