Bajo los términos del tratado, Francia renunciaba a sus derechos sobre el Milanesado, Génova, Borgoña, Nápoles, Artois, Tournai y Flandes en favor del emperador Carlos.
Además, Francisco I se comprometía a casarse con la hermana de Carlos, Leonor, y a enviar a dos de sus hijos a España como garantía del cumplimiento del tratado.
En este tratado en su artículo siete se establecía la renuncia a apoyar a Enrique II de Navarra en la recuperación del Reino de Navarra, tras su conquista:
Nada más cruzar la frontera, el parlamento francés obligó a Francisco I a derogar el tratado, apoyándose en el deber real de proteger el territorio francés, por lo que este negó el tratado alegando que había sido aceptado bajo coacción.
Francisco I se verá obligado a ratificar el tratado de Madrid en la futura Paz de Cambrai de 1529 (también conocida como paz de Damas).