Aunque en un primer momento los turcos tomaron la iniciativa, los ejércitos rusos no tardaron en imponerse.En 1788 la poderosa y estratégica fortaleza de Ochákov, que dominaba el acceso a los ríos Bug y Dniéster, cayó en manos rusas.Gran Bretaña medió entre Prusia y Austria, consiguiendo que el rey de Prusia abandonara sus beligerantes intenciones (160 000 soldados se concentraban en Silesia, en la frontera con el territorio austríaco).Rusia, sin embargo, rechazó las propuestas y presiones anglo-prusianas y prosiguió su lucha contra los turcos, a partir de entonces en solitario, llegando a cruzar el Danubio en 1791.Según se estipulaba en el documento, el imperio otamano reconocía la anexión del Kanato de Crimea por los rusos (realizada de forma unilateral en 1783) y cedía todo el territorio comprendido entre los ríos Bug y Dniéster, incluyendo la fortaleza de Ochákov.