En abril de 1858 Nicaragua envió a San José al General Máximo Jerez Tellería como Ministro Plenipotenciario, para tratar de negociar un nuevo acuerdo.
Costa Rica designó para negociar con Jerez Tellería al General José María Cañas Escamilla.
El Presidente de Costa Rica Juan Rafael Mora Porras viajó a Rivas, en Nicaragua y en esa ciudad tuvo lugar el canje del tratado, con el presidente de Nicaragua, Tomás Martínez Guerrero.
A principios del año 1886 hubo otra agudización de las tensiones entre Costa Rica y Nicaragua, y gracias al concurso de Guatemala se logró suscribir una convención arbitral, que firmaron Ascensión Esquivel Ibarra por Costa Rica y José Antonio Román por Nicaragua.
El Laudo Cleveland[1] también aclaró varios puntos de dudosa interpretación en el convenio limítrofe.