Trastorno bipolar
[1][2] Debido a que el trastorno bipolar se presenta en adultos jóvenes, desencadena un alto costo social, siendo la segunda causa de discapacidad laboral a nivel mundial; además, quienes lo padecen presentan un riesgo mayor que la población general de mortalidad por suicidio, accidentes y por causas naturales como enfermedades cardiovasculares.[9] De allí que las palabras depresión (anteriormente llamada melancolía) y manía, tienen su etimología en la lengua griega clásica.[11] Los primeros escritos que describen la relación entre manía y melancolía se atribuyen a Areteo de Capadocia.Los ciclos ultrarrápidos, en donde el ánimo cambia varias veces a la semana (o incluso en un día), suelen ocurrir en casos aislados, pero es ciertamente una variable real del trastorno.[16][17][18] Hay un estudio que muestra un incremento en la creatividad, con lo cual el individuo logra obtener ciertas metas y objetivos.Sin embargo, aún no se ha podido desarrollar un modelo cognitivo exhaustivo y general del trastorno bipolar.[26] Se ha relacionado anormalidades en la función cerebral a los sentimientos de ansiedad y una menor tolerancia al estrés.Entre los sucesos vitales relacionados con logros están la aceptación dentro de una élite o por el contrario, un despido (Miklowitz & Goldstein, 1997).Los individuos con una aparición del trastorno al final de la adolescencia o en la edad adulta temprana habrán experimentado con toda probabilidad ansiedad y depresión en la infancia.Existen argumentaciones en el sentido de que la aparición en la infancia del trastorno debería ser tratado cuanto antes.Comprender la relación de estos comportamientos con este trastorno es importante para tomar decisiones destinadas a su prevención o tratamiento.Además, este grupo internacional ha investigado si distintos subtipos de trastorno bipolar presentan diferencias genéticas.La evidencia de los estudios preclínicos hasta ahora publicados sugieren que pueda compartir algunos mecanismos biológicos con la epilepsia.Las facultades sociales se ven disminuidas, y las ideas poco prácticas suelen llevar a indiscreciones tanto financieras como amorosas.Este es considerado como un período «artístico» del desorden, que se caracteriza por una gran cantidad de ideas, un pensamiento extremadamente ingenioso, y un incremento en la energía.Los intentos suicidas, el abuso de substancias psicotrópicas y dañarse a sí mismo suele ocurrir en este estado.Los síntomas pueden presentarse a consecuencia de fármacos como antidepresivos, corticoides, agonistas, dopaminérgicos, benzodiacepinas y anfetaminas.Estudios recientes han observado que el trastorno bipolar implica ciertos déficit o deterioros cognitivos, incluso en estados de remisión.[55] Individuos que padecen del trastorno tienden a tener tendencias suicidas, especialmente durante los estados mixtos de hipomanía y depresión agresiva.[59] Habitualmente los niños, con trastorno bipolar no cumplen estrictamente con la definición del DSM-IV, tendiendo a mostrar patrones de ciclado rápido o mixto.El DSM V, que será publicado en 2011, incluirá probablemente una subdivisión en subtipos más precisa (Akiskal and Ghaemi, 2006).[68][69] Actualmente existen diferentes tratamientos para el trastorno bipolar y en muchos casos se produce recuperación.Entre los anticonvulsivantes más efectivos para la estabilización del humor figuran el ácido valproico, comercialmente distribuido en España como Depakine, en EE. UU.La lista de antidepresivos tricíclicos, que son los más antiguos, es relativamente larga, pero se citará algunos ejemplos solamente: Fenelzina (Nardil, EE.Es importante hacer notar que cada medicación está asociada a un perfil único de efectos secundarios.[73] Es más, este estudio financiado con fondos federales encontró que no precipita la emergencia de síntomas maníacos en pacientes con trastorno bipolar.La depresión no remite instantáneamente cuando se retoma la medicación y típicamente lleva más de 6 semanas la mejoría.[76] Estos fármacos también se pueden usar como medicación adjunta al litio o anticonvulsivos en un trastorno bipolar refractario a la terapia y en la prevención de una recaída en episodios maniacos (aunque no existe evidencia clínica proveniente de estudios no patrocinados por la industria farmacéutica que apoye este criterio).Además, también se ha visto que puede ser eficaz el riluzol, un tratamiento para la esclerosis lateral amiotrófica.[92] Otras personas creativas notables con trastorno bipolar son Carrie Fisher, Demi Lovato, Stephen Fry, Mariah Carey, Catherine Zeta-Jones, Jean-Claude Van Damme, Ronald Braunstein,[93] Patty Duke,[94] Virginia Woolf, Winston Churchill, Kurt Cobain, Sinnead O'Connor[95] y Daniel Johnston,[96] entre otros.