Trasplante de cabeza

Sergio Canavero ―miembro del Grupo de Neuromodulación Avanzada, en Turín (Italia)― en un trabajo publicado recientemente afirmó que ya se han superado las barreras tecnológicas por las que este arriesgado procedimiento no fue factible cuando se intentó por primera vez en 1970.

El procedimiento fue un éxito, en cierta medida, ya que el animal fue capaz de oler, gustar, oír y ver el mundo a su alrededor.

En la operación participaron arterias y venas cauterizadas con cuidado mientras que la cabeza estaba siendo cortada para evitar la hipovolemia.

Debe observarse que la identidad personal del receptor del cuerpo (no humano, o eso se cree) no se ve afectada por la sustitución de sus órganos extracefálicos, es decir ubicados fuera de su cabeza.

Tampoco estos desarrollos técnico-quirúrgicos necesitan basarse en las ideas de que la identidad personal, el carácter y los recuerdos emerjan del cerebro porque el psiquismo no tendría realidad independiente o, que ni la memoria, ni la personalidad ni la identidad podrían «almacenarse» en la estructura o la química cerebrales porque el psiquismo sí posee realidad objetiva e independiente del cerebro; o que un alma inmortal se halla presente en la cabeza del receptor.

El 13 de enero de 1959, el cirujano soviético Vladímir Démijov realizó por última vez el trasplante de la cabeza de un animal en el cuerpo de otro animal vivo.