Los perros trasplantados por este procedimiento sobrevivieron entre unos días y unas semanas, antes de sufrir un rechazo de tejidos.[2][3][4] Sus experimentos se adelantaron en varios años a los trasplantes de corazón del cirujano sudafricano Christiaan Barnard.Démijov acuñó el término «trasplantología» en su monografía, titulada en ruso: Peresadka zhiznenno vazhnykh organov v eksperiment (‘trasplantes experimentales de órganos vitales’), por la cual le fue otorgado un doctorado.Publicada en 1962 en Nueva York, Berlín y Madrid,[5] se convirtió en la primera monografía sobre trasplantología y por mucho tiempo fue la única en el área del trasplante de tejidos y órganos.Poco antes de su fallecimiento recibió la Orden del Mérito a la Madre Patria.