Tranvías de Valparaíso

Los tranvías de Valparaíso fueron un sistema de tranvías, primero a tracción animal —también denominados como «carros de sangre»— y luego a tracción eléctrica, que estuvo operativo en dicha ciudad chilena entre 1863 y 1952.[1]​ En el año 1861 el banquero David Thomas obtuvo una concesión para construir una línea de tranvía y, junto a otros socios, creó la Empresa del Ferrocarril Urbano de Valparaíso.[1]​ Esta compañía instaló las primeras vías y ordenó desde Nueva York 25 carros de armazón metálica de dos pisos, que se caracterizaban porque el conductor iba sentado en el techo, tenían escaleras gemelas en la parte trasera, y contaban con poca movilidad, ya que solo podían andar en una dirección.[2]​ Hacia fines del siglo XIX nacieron otras 2 empresas de carros de sangre en Valparaíso: en 1897 surge el Ferrocarril Urbano de Playa Ancha, que recorría desde la Aduana hasta las Torpederas; y en 1899 nace la Empresa de Tranvías Cardonal-El Sauce, que realizaba el recorrido desde Barón hacia Viña del Mar.[4]​[5]​ El último tranvía eléctrico circuló en Valparaíso el 30 de diciembre de 1952, siendo el vehículo número 505 correspondiente a uno de los tranvías denominados «belgas», que había sido reformado en años anteriores para retirarle el segundo piso que poseía originalmente.
Inauguración de los tranvías eléctricos (25 de diciembre de 1904).