El tranvía fue un medio de transporte muy popular en Barcelona, durante la primera mitad del siglo XX.
El 1879 se prueba con éxito el primer coche tranvía movido por electricidad en Berlín, novedad que llegará a Barcelona en 1899 en la línea 29.
Barcelona no fue una excepción en la edad de oro del tranvía en las ciudades del mundo (sobre todo europeas y americanas) en las que el tranvía se convirtió en indispensable en los trayectos urbanos.
Aunque aparecieron las primeras líneas de autobuses, en 1910, éstos no ofrecían la misma fiabilidad.
Además, la Guerra Civil supuso una grave deterioro de la infraestructura, sobre todo por los bombardeos aéreos que sufrió la ciudad.
La precariedad del tranvía, unida a la aparición de nuevos autobuses.
La única línea que se mantuvo fue la del Tranvía Azul, al Tibidabo.
En 2001 se aprueba definitivamente el proyecto del Trambaix, también se aprueba una segunda red, el Trambesos que dará servicio a Ciutadella, Glorias, Gran vía, Diagonal Mar (Barcelona), San Adrián de Besos y Badalona.
En febrero se prueba la marcha en vacío del Trambaix, es decir, circulaciones simultáneas en toda la línea simulando el horario comercial.
Con esto se pone punto final al desarrollo de la red tranviaria proyectada en 2000 por la Autoridad del Transporte Metropolitano, con 28 km de recorrido y seis líneas en funcionamiento.