Transferencia adoptiva de linfocitos T

Se basa en obtener linfocitos T del paciente, los cuales son expandidos in vitro en el laboratorio y después transferidos adoptivamente al paciente.

Pueden utilizarse los linfocitos T inalterados o bien modificarlos genéticamente, insertando un gen que codifica un receptor, el cual reconoce un antígeno específico de las células tumorales.

Estos linfocitos T alterados genéticamente se adhieren a la superficie de las células malignas favoreciendo su destrucción.

[1]​[2]​[3]​[4]​ Una vez obtenidos los linfocitos T del donante, son tratados en laboratorio por una plataforma de transferencia genética (por ejemplo: TALEN, CRISP, por vector viral o por otra tecnología de transferencia genética) para incorporar a la superficie de los linfocitos T un tipo o varios de proteínas transmenbrana quiméricas, que reconocen antígenos específicos de la superficie de las células tumorales, una vez editados los linfocitos T con estas proteínas quiméricas, son cultivados hasta multiplicar su cantidad unas cien veces y son de nuevo transfundidos al enfermo.

[8]​ Ambas terapias biológicas son de trasplante autólogo, y expresan en la superficie celular de las células T un receptor quimérico del antígeno específico CD19 y por lo tanto su objetivo terapéutico son las leucemias y tumores que expresan CD19 (CD19+).