En el sistema visual, células sensoriales llamadas conos y bastones en la retina que convierten la energía física de las señales luminosas en impulsos eléctricos que viajan hacia el cerebro.
[1] La disminución en el gradiente electroquímico provoca una reducción en las señales eléctricas que van al cerebro.
[5][6] Estas vibraciones luego pasan a la cóclea, el órgano de la audición.
La membrana ondula en ondas de diferentes tamaños según la frecuencia del sonido.
Las células ciliadas pueden convertir este movimiento (energía mecánica) en señales eléctricas (potenciales receptores graduados) que viajan a lo largo de los nervios auditivos hasta los centros auditivos en el cerebro.