Se confecciona en colores alegres tanto en diseños lisos como estampados, el más popular es el traje de lunares.
Durante la segunda mitad del siglo XIX, el traje de maja es asumido en su indumentaria por la población gitana, que en un momento posterior, a su vez, es reinterpretado por la burguesía, al albur de la difusión artística del cante y baile flamenco.
En el período comprendido entre 1920 y 1936 se introdujo la moda en el traje de flamenca, influencia que ha permanecido hasta el propio siglo XXI.
[2] A partir de los años setenta, el traje volvería al largo tradicional cubriendo la pierna hasta los tobillos.
[9] En el certamen exponen sus creaciones tanto diseñadores consagrados como nuevos talentos de la moda.
Su producción fue tradicionalmente artesanal, llevada a cabo de forma individualizada modistas particulares.
[5] El sector económico ha estado basado en gran medida en modistas particulares y autoproducción que alcanzan más del 60% de la producción.