Sin embargo, años después, investigaciones posteriores concluyeron que las causas no habían tenido que ver con ninguna acción violenta por parte de los aficionados, sino a causa del exceso de aforo y el mal estado del estadio, que no cumplía los requisitos de seguridad necesarios.
Pese a que los hechos de Hillsborough no habían estado directamente provocados por actos violentos, fueron la espoleta para que el gobierno de Margaret Thatcher se decidiese a actuar con contundencia y dictara la «Football Spectators Act» y el «Informe Taylor» para erradicar el fenómeno del «hooliganismo» y mejorar la seguridad en los estadios.
El primer ministro británico David Cameron ofreció sus disculpas en la Cámara de los Comunes.
Aunque también otra investigación privada creada en 2014 aún está buscando justicia por los fallecidos.
El futbolista Steven Gerrard, capitán del Liverpool entre 2004 y 2015, se vio afectado por el accidente.