Originalmente y según el índice, tenía veintiocho capítulos, de los cuales nos han llegado, no obstante, sólo catorce.
[1] En la parte conservada, Francesc Eiximenis tiene en general una postura restrictiva respecto a la usura, partiendo de la base de Lucas 6, 35 que dice que quien presta alguna cosa no debe pedir nada a cambio, y que parte del principio general de la caridad cristiana, tan importante en la escuela franciscana, a la que él pertenece.
La fuente que usa Eiximenis para justificar la licitud de los censales y los violarios es un tratadito sobre esta materia hecho por el dominico Bernat de Puigcercós.
[2] Esta obra presenta influencia de diversas fuentes canónicas.
[3] Fue transcrito y editado por Josep Hernando i Delgado en 1985 a partir del manuscrito nº 42 del Monasterio de San Cugat del Vallés, que se encuentra en el Archivo de la Corona de Aragón.