La preparación más básica está hecha de harina de trigo, leche, agua, huevos; pero ocasionalmente se le agrega queso Paraguay, choclo fresco, harina de maíz nixtamalizada o algunas hortalizas.
A pesar de que comparte nombre con la tortilla mexicana u otras tortillas americanas, en realidad se trata de una preparación distinta que consiste en freír la masa batida.
Básicamente, la diferencia consiste en que la tortilla mexicana está elaborada a base de maíz nixtamalizado y con una consistencia parecida al crepé, mientras que la tortilla paraguaya es batida y freída, la cual adquiere una consistencia más elástica parecida a los buñuelos o al omelet.
La preparación más tradicional de este refrigerio consiste en batir la harina de trigo, los huevos, la leche, el queso Paraguay, el agua y la sal hasta adquirir una pasta homogénea no muy líquida, lo suficiente para voltear la masa a la sartén a cucharadas al momento de freír.
La mezcla no debe ser moldeable como la torta frita, que es otra preparación con ingredientes similares y que emplea la misma técnica de cocción.