La fortificación musulmana a que se enfrentaban era el castillo de Sádaba.
Se estima que su construcción pudo ser realizadad en la segunda mitad del siglo XI, durante el reinado de Sancho Ramírez.
Fue entregada en honor regalis a Fortunio Aznárez y Sancho Aznárez, con el encargo de repoblarla, y se conoce que en 1169 la tenía Pedro de Urrea, permaneciendo en la familia hasta que en 1348, cuando en la batalla de Épila, murieron los entonces tenentes, Juan Jiménez de Urrea y su hijo Juan luchando contra Pedro IV.
Entonces pasó a Pedro de Ejérica que al casar con doña Violante Ximénez de Urrea en 1359 hizo que el castillo volviera nuevamente a la familia.
[1] Se encuentra situado en lo más alto de la localidad sobre una meseta.