[1][2] Está datada entre los siglos XV y XVI, y como toda torre defensiva, está catalogada, por declaración genérica, como Bien de Interés Cultural; y así consta en la Dirección General de patrimonio Artístico de la Generalidad Valenciana.
Como ocurre con la Torre Carmelet, tiene un edificio anexo, que se utiliza como almacén para usos agrícolas.
[2][3] El acceso actualmente se hace a través de la construcción anexa.
El material empleado en su construcción es sencillo y el sistema mampostería, que se refuerza en las esquinas, en las que se emplea sillares.
Pese a su buen estado de conservación de los muros exteriores, se pueden apreciar elementos que no le son propios en la apertura del balcón.