Torre de asedio

El modelo básico es el de una torre de base cuadrada de varios pisos, unidos entre sí por una escalera interna o posterior, dos o tres metros más alta que las murallas a superar y con un puente levadizo en su parte superior por el que alcanzaban las almenas enemigas los soldados (y a veces, la caballería) que llevaba en su interior.

También solían portar arqueros que disparaban a los defensores en el momento de bajar el puente.

Así mismo, los sitiados disparaban flechas contra la torre y material incendiario que, al caer sobre la estructura de madera, podía destruirla rápidamente y matar a todos los hombres que llevaba en su interior.

El impacto de grandes piedras lanzadas por catapultas también podía desestabilizar la torre y hacerla volcar.

Como todas las armas de asedio medievales, la torre también quedó obsoleta con la generalización del cañón en el siglo XV.

Representación de una torre de asedio en el momento en que los hombres depositados por esta toman las murallas enemigas.
Torre móvil