Esta composición podría estar aludiendo al nombre del comitente de la pieza Doni, en italiano "regalos", y ayuda a fundamentar la tesis de que fuera él quien lo encargó.
Actualmente, también se plantea que estas figuras masculinas podrían representar a la cultura clásica, algunas de ellas recuerdan en su postura las esculturas romanas y griegas tan importantes en el Renacimiento florentino y romano.
También se ha apuntado la posibilidad de que sean María y José quienes personificaran a la humanidad de la época hebraica (sub lege), mientras que el Niño Jesús, solo, simbolizaría la Humanidad protegida por la gracia divina (sub gratia); san Juan niño sería el elemento de transición y unión entre las tres edades.
Incluso la volumetría en la representación de la Virgen está muy estudiada y acentuada, por la pasión por el estudio de la figura humana que Miguel Ángel cultivaba, pero también por el vigor físico se identifica con la fuerza moral.
Aunque Miguel Ángel no se consideraba a sí mismo un pintor (y a menudo parece que se quejaba de este medio) el Tondo Doni es una obra bellamente ejecutada.
Esta forma de representación está ligada a la voluntad, por parte del autor, de conferir monumentalidad a la Sagrada Familia, pero también para diferenciar las zonas figurativas contrapuestas por significado.