Toma de Puebla (1832)

Antonio López de Santa Anna se levantó en armas en contra del régimen centralista que había impuesto el gobierno del vicepresidente Anastasio Bustamante en los Estados Unidos Mexicanos.

Con estas fuerzas combinadas, los rebeldes avanzaron hacia la capital logrando vencer a los generales José Antonio Facio y Juan Azcárate en la batalla de San Agustín del Palmar el 29 de septiembre.

Con la victoria se apoderaron de municiones, armas y pertrechos.

Al día siguiente, el gobernador y comandante Juan José Andrade se adelantó con el batallón número 21 hacia Tepeaca.

Andrade perdió una tercera parte de su gente, el resto comenzó la retirada y sin más remedio tuvo que capitular.