Tomás de Peñalosa

Según su opinión, podría «hacerse muy diestro, y más él que otro, por estas bien impuesto e inteligente en la música» con una buena formación.

Se interesaron varios compositores, pero ninguno compareció debido al exiguo sueldo, a excepción de Peñalosa.

[1]​[3]​ Tras la jubilación de Osete en 1774, ya enfermo, las oposiciones para su sustitución resultaron harto complicadas.

Su clasificación fue la siguiente: Los demás cinco «no merecen censura para el efecto que se pide».

[1]​[5]​ Peñalosa, descontento con el resultado, decidió acudir al rey denunciando que Álvarez había sido nombrado primero sin haber cumplido los 21 años, como exigía el edicto de convocatoria de las oposiciones.

Bueno también decidió enviar una queja y solicitar que se le incluyera en la lista de candidatos.

[1]​[5]​[2]​ El magisterio de Peñalosa se alargó por casi veinte años, hasta 1795, sin grandes incidencias y a satisfacción del cabildo.

[2]​ Como compositor exclusivamente de música religiosa en latín, forma parte de la transformación que se produjo entre 1750 y 1770 del estilo barroco al clasicismo, en este caso, ya con orquestación del todo moderna.