En 1856 fundó en Madrid, con Antonio Romero Ortiz, el diario La Península, cercano a la nueva Unión Liberal, y en 1857 fue copropietario y redactor de El Correo.
Durante estos años se enfrentó a los caciques dirigentes del Partido Moderado en la Vega Baja, debido al proyecto de ferrocarril de Alicante a Murcia, con un ramal de Elche en Novelda y otro hasta Torrevieja, ya que los caciques sólo querían un ramal directo desde Novelda a Murcia.
Durante estos años fue subsecretario de Hacienda y director general de Propiedades y Derechos del Estado.
Durante los años de la Primera República permaneció inactivo políticamente, y una vez triunfó la restauración borbónica participó en la reconstrucción del Partido Constitucional.
Dejó como heredero político a su sobrino Trinitario Ruiz Capdepón.