Tobera magnética

Las toberas magnéticas, análogamente a las ya nombradas toberas convergente-divergente de paredes sólidas, transforman la energía interna del propulsante en energía cinética dirigida axialmente, produciendo el aumento de velocidad buscado.

Si la intensidad del campo magnético aplicado y las condiciones del plasma son adecuadas, el campo magnético confinará y guiará al plasma en su expansión, consiguiendo producir el deseado efecto «tobera».

Los iones, de masa mucho mayor que los electrones, no se encuentran magnetizados en general, y su tendencia es a seguir su movimiento de manera rectilínea, dominado por su propia inercia.

En conclusión, puede decirse que el campo magnético tira de los electrones y los obliga a describir en su movimiento la geometría deseada, y que estos tiran de los iones a través del campo ambipolar, consiguiendo su aceleración sin la necesidad de entrar en contacto material con el plasma.

[3]​ A medida que nos alejamos de la cámara del motor, el campo aplicado se torna más débil, mientras que el campo autoinducido cobra cada vez mayor importancia.