Tirsa (nombre)

Al no haber tenido hijos varones, ellas debieron hacer un pedido especial a un anciano Moisés, el cual fue concedido.

[3]​[4]​ El poeta inglés William Blake le dedicó un poema titulado A Tirsa en 1794.

[7]​ Ya en tiempos del reino de Israel, Jeroboam I trasladó su residencia a Tirsá.

Tras su muerte, su sucesor Nadab, así como los reyes de la siguiente dinastía (Basá, Ela y Zimri) mantuvieron la capitalidad en ella.

La ciudad fue tomada durante una revuelta por el jefe del ejército, Omrí, suicidándose el rey Zimri en ella.